Despedida de la Maga

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Sobre "Devenires Prosaicos":

Devenires Prosaicos es un espacio por y para la literatura. Un espacio en el que planeo compartir reflexiones, fragmentos, poemas y cuentos. Deseo entonces dejar aquí escritas algunas pequeñas huellas, mis propios trayectos, mis propios devenires ¡Sed bienvenidos a devenires prosaicos!


martes, 17 de septiembre de 2013

Ausencia



AUSENCIA

I.

Qué puedo decir ante tamaña ausencia
Como acabar con ese sentimiento de frustración
Que me devora como lombriz hambrienta
Que se alimenta de pus y  sueños mal tejidos
De un profundo dolor
¡Tan profundo!
Profundo como el humo de una taberna
como el abismo de tu espalda
Profundo como una huella en la nieve
como el cielo nocturno donde las estrellas colapsan

Solo puedo sentirme iracundo y vil
Iracundo como un gato cuando le tocan su panza
como un transeúnte al que el colectivo no quiso recoger
Iracundo como Cristo en plaza Once
como un padre que se entera que su hija ya no es virgen
como Manzana a la que han despojado de sus ropas
Que se siente violada al desayuno
Que no soporta el amanecer

Pero al final la ira cede al silencio
Y el silencio a un cuerpo apagado
Apagado como el rostro de oficinista un lunes al medio día
Como el televisor una noche de luna de miel
Apagado como una fiesta sin alcohol ni música
Como mis ojos al leer tu carta de despedida
Que deja las sabanas apagadas
Y un deseo por encender

II.

Luego de un largo sueño
Decido salir a caminar
¡Pero todo me parece tan ajeno!
Ajeno como una conversación de dos burócratas
Como la lluvia que cae en algún lugar de Madrid
Ajeno como el dolor de un ciempiés  con zapatos apretados
Como un beso desolado y marchito
Un beso cobarde que me diste
Y que se pierde en un crepúsculo gris

Y entonces me quedo mirando el techo
Hasta cuando la oscuridad lo cubre todo
El hombre deviene fantasma taciturno
Y respira un olvido ocre y angosto
Taciturno como un poeta que busca a su musa
Como un anciano que recuerda su niñez
Taciturno como un búho que se cree artista
Como un borracho que vomita en un poste
Como nuestro amor que solo parecía encenderse
Cuando caía la noche
y nuestros cuerpos conjuraban
Un hechizo de deseo
Alquimia del placer

Solo me queda convertirme
En un arqueólogo del deseo
Que busque en él una sonrisa
Un placebo
Una mentira
Pequeñas pizcas de un fuego
Que le falta mucho para volver a arder
Mientras lentamente desaparezco
En la niebla matutina
De la ciudad, el caos y la vida
De los cuerpos que se acumulan y chocan
Y se pierden en el presente inhóspito

Del no ser

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